paula judith sarfatti decendiente de margherite sarfatti autora del manifiesto de la italia fascista fue amante de mussolinni y financista del partido
margherite sarfatti con su hija quien se convirtio al catolicismo se quedo en italia durante la segunda guerra siendo aliada de adolf hitler , margherite fugo a nuestro pais al concluir la guerra odiada por hebreos y nazis mujer sin patria y sin banderas, solo el fasismo
Desde este mes, el examen práctico para sacar la licencia de conducir es más exigente. Tanto que, en la primera semana, hubo un 7% más de
reprobados. Ahora incorporaron pruebas de conducción en pendiente, en una rotonda, en un cruce de vías férreas y en una recta u con de alta velocidad donde hay que demostrar un buen dominio de las marchas.
El examen práctico es obligatorio para quienes obtienen su primer registro y para los que lo renuevan después de más de un año de vencido. Se aplica a conductores de autos particulares, camionetas de hasta 3.500 kilos, taxis y remises. Antes el examinado debía estacionar, girar en U, circular marcha atrás y avanzar sorteando conos. El 9,7% de los aspirantes no lo lograba. Pero desde el 7 de mayo la cantidad de desaprobados se disparó al 16,5%, porque el Gobierno porteño sumó exigencias para comprobar la idoneidad del conductor.
En la Ciudad se tramitan 3.700 nuevas licencias por mes para manejar autos: el examen se rinde en la pista de la Dirección General de Licencias (Roca 5252) o en el ACA, pero sólo a sus socios. En el primer punto del circuito, como antes, hay que estacionar en tres maniobras entre dos vallas, a 20 centímetros de distancia del cordón y sin tocar ni a éste ni al vallado. El examinador también evalúa el uso de los espejos laterales y cómo el aspirante reconoce los puntos de referencia.
El punto siguiente agrega maniobras en pendientes, que no se tomaban. En la ascendente hay que subir sin hacer cambios de marcha. Y en la descendente hay que parar el auto para demostrar el buen uso de los frenos. Desde allí se sigue hacia una rotonda, donde el examinador se fija si la persona conduce respetando las prioridades de paso y mirando los espejos. Después se desanda el camino hacia las pendientes y, al ascender, hay que parar el vehículo en plena subida para luego volver a avanzar sin retroceder. Así se verifica la correcta retención del embrague.
La otra posta es una recta de alta velocidad, donde se debe acelerar cambiando bien las marchas. Hacia el final de la recta, hay que desacelerar realizando los rebajes correctos. Esta es otra novedad: antes el examinador no se fijaba en el manejo de la caja de cambios.
El paso siguiente es el ya conocido camino sinuoso marcado con conos. Después, en la pista está señalizado un cruce ferroviario, donde hay que disminuir la velocidad y atravesar las vías sin hacer cambios de marcha. Se sigue en un área donde hay que ir marcha atrás en recta y en curva. Al final, hay que hacer un giro en “U” en una calle angosta y llevar el auto a la zona de detención.
Los reprobados deben esperar cinco días para volver a presentarse al examen. En los tres meses siguientes, tienen tres oportunidades. Si no lo aprueban, deben repetir todos los pasos, incluyendo los controles médicos y psicológicos.
¿Por qué motivos se puede reprobar? El más obvio es la impericia. También hay faltas eliminatorias, como subirse al cordón o arrastrar un bordillo móvil, en cualquiera de las maniobras; salirse del carril delimitado en la marcha atrás o, durante el estacionamiento, hacer más de cinco movimientos para entrar o más de cuatro para salir, tocar las vallas o dejar el auto a más de 30 centímetros del cordón.
También desaprueba el que comete dos faltas deficientes; una deficiente y dos leves, o cuatro leves. Son faltas deficientes circular con el freno de mano afectando la marcha; girar el volante con el vehículo detenido; golpear o forzar los bordillos o cordones, o hacer cuatro movimientos para estacionar, entre otras. Las leves son faltas como que se cale el motor, circular con el freno de mano cuando no afecta la marcha, arrancar en forma brusca o de a saltos, acelerar en vacío o estacionar en forma descentrada. “En el examen no sólo se evalúan habilidades conductivas, como subir o bajar pendientes, sino el conocimiento de las normas, como quién tiene la prioridad de paso en una rotonda –explica el subsecretario de Transporte porteño, Guillermo Dietrich–. La cantidad de rechazados creció, pero el que saca el registro debe tener las habilidades que va a necesitar en la calle. Y si el examen es más difícil, hay que prepararse más. El objetivo es que haya conductores más responsables y calificados”.
“El nuevo examen es muy bueno: apela a que le tengas respeto al examinador y a que seas responsable –opina la instructora de manejo Vilma Azcurra–. Se hace en caravana, y hay que frenar y volver a avanzar sin que se te quede el auto. Eso es lo que después se necesita en la calle, donde uno debe conducir muy atento. El examen anterior duraba diez minutos y se hacía sin pendientes y casi sin circular. Con seis clases de una hora podías aprobarlo. Ahora recomiendo tener al menos ocho horas de conducción antes de presentarse. Lo ideal es ir a una autoescuela. Y ya con el registro hay que seguir practicando: recién a las 20 horas de manejo al auto lo conducís vos”.
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